El corcho es un excelente aislante de calor, en consecuencia es un material ideal para superficies que soporten elementos calientes como olla, tazas o platos.
Hacer una fuente con este material es realmente sencillo, más adelante te enseño cómo, pero es bueno que sepas que más allá del tema de hacer manualidades o utilizar corchos, estarás protegiendo efectivamente toda superficie sensible al calor.
Hacerla es muy fácil y barato, ya verás por qué.
Materiales:
Corchos (si no los tienes acumulados, pide a los amigos que te los regalen o consíguelos en una tienda especializada)
1 Pieza de madera delgada (puede ser balsa o tripley)
4 Listones de madera (los que venden en las tiendas de materiales para maquetas de arquitectura son ideales) El tamaño dependerá del tamaño de la madera.
Cutter
Clavos pequeños sin cabeza (esos que usan en las vidrierías)
Martillo pequeño
Betún de Judea (opcional)
Pincel
Pegamento de contacto
Barniz
Procedimiento:
Lo primero que harás es tomar los cuatro listones de madera y formar el marco sujetandolas con los clavos, una vez que el marco este armado, únelo a la pieza de madera con el pegamento de contacto.
Ahora tienes que empezar a trabajar con el corcho y depende de tus gustos o de la cantidad de corchos que tengas para elegir una de las dos opciones que te presento.
La primera es poner los corchos en sentido vertical y cortarlos para la mitad, y la segunda es mantenerlos enteros. Obviamente si optas por la primera opción , la cantidad de corchos que uses será 50% menor a la que la segunda opción requiere.
Una vez que hayas decidido una de las opciones, empieza a pegar los corchos, sobre la fuente, con el pegamento de contacto, puedes hacer un juego de posiciones, puedes disponerlos todos en el mismo sentido o hacer las variaciones que prefieras, la elección es tuya.
Ahora que has terminado de llenar la base de corchos, es momento de dar el acabado, para hacerlo te presento dos opciones. La primera es dar un estilo muy rústico a tu trabajo para lo cual deberás aplicar una capa de betún de Judea a toda la superficie, dejarla secar por algunos minutos y limpiar con un paño seco a fin de dejar algunos sectores más oscuros que otros, esto es ideal si tienes corchos manchados por el vino y quieres emparejar el color. Si no quieres que tu trabajo quede muy rústico y envejecido, y obviamente si tienes corchos con color muy parejo, entonces puedes mantenerlos con su color natural.
Después de elegir cualquiera de las dos opciones, pasa una capa de barniz sobre toda la superficie, deja secar y pasa una segunda capa, siempre guiándote por las especificaciones del envase.
Tu fuente de corchos esta terminada, como has visto, difícil no es. Anímate a hacerla para tu casa o negocio.
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