La pintura con esponja logra que las superficies tengan un aspecto texturado y con relieve a pesar de estar trabajadas en muros lisos. Esta técnica es muy fácil de realizar y permite trabajar con uno o más colores, dependiendo del juego de tonos que cada uno quiera lograr en la superficie, aunque hay que tomar en cuenta que si eres principiante es mejor que empieces por lo básico, es decir, trabajando con un solo color y una vez que este familiarizado con la técnica y tengas dominio de aplicación puedes intentar hacer un juego de tonos con más colores.
Materiales:
Pintura vinílica satinada para muro (color beige)
Esponja de poro grueso
Glacis acrílico
Pintura acrílica verde olivo
Brocha
Agua
Cartón
Barniz acrílico
Aplicación de la Técnica:
Aplica una primera capa de pintura acrílica sobre el muro que vas a trabajar. Mientras esperas que seque, mezcla el glacis con la pintura acrílica verde(normalmente la mezcla se realiza en la siguiente proporción: 1 parte de pintura x 6 partes de glacis).
Una vez que tengas la mezcla preparada, aplícala sobre el muro seco, con ayuda de la brocha, no es necesario que pintes de manera uniforme ya que la esponja borrara todo rastro dejado por la brocha. Ten mucho cuidado de no trabajar sectores muy grandes porque el glacis seca rápidamente.
Sumerge la esponja en agua y escurre bien, pasa la esponja por el muro dando ligeros golpes en forma regular, hazlo rápido para evitar que la mezcla seque.
Para las esquinas toma el cartón y protege la pared que no quieres pintar, aplica la pintura y el esponjado después.
Si alguna de las partes de tu trabajo no te satisfacen, no debes preocuparte ya que con esperar a que el muro seque, podrás después repetir la operación para corregir los errores.
Finalmente protege la superficie decorada con el barniz acrílico.
Finalmente protege la superficie decorada con el barniz acrílico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario