Otro metal susceptible a rayaduras y daños es el cobre, si embargo muchas empresas especializadas, han desarrollado una serie de productos muy eficaces y que otorgan a las piezas de cobre un tiempo de vida estable mayor.
Cabe resaltar que no todos los cobres se tratan de la misma manera, pues hay que tomar en cuenta el grado de suciedad, de oxidación y el de su uso (gastronómico o decorativo).
Las piezas de cobre destinadas a la cocina pueden limpiarse con ácido acético o ácido oxálico que después deberá ser muy bien limpiado en forma convencional con los productos de cocina para eliminar los restos del producto que resulta de mantener en contacto el cobre con el ácido.
Puedes recurrir también a polvos abrasivos muy finos y suaves no clorados pero muchas veces estos terminan rayando la superficie.
Si lo que quieres es recurrir a productos caseros, entonces puedes optar por utilizar el jugo de limón, hojas de acedera fresca, el vinagre salado caliente y la pulpa de papa caliente, aplicándolos eliminarás incluso suciedad muy adherida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario