
Quién no se ha visto en el aprieto de no tener un organizador de escritorio cuando se le hacía tan urgente?. Cuando situaciones como esta se nos presentan y no queremos ir corriendo a la librería a comprar uno, lo único que tenemos que hacer es echar a andar nuestra imaginación y nuestra practicidad para solucionar problemas. Por ejemplo podemos pensar en reutilizar o dar uso alternativo a algún recipiente...