Bien es cierto que muchos de nosotros buscaos pasar por la vida cargando detalles que nos hagan diferentes a los demás, que nos hagan romper esquemas y que nos diferencien de las masas, y así como nosotros como consumidores lo buscamos, los diseñadores se toan el tiempo y hacen trabajar su imaginación para dar vida para eso que justamente muchos de nosotros buscamos, artículos, piezas y detalles fuera de lo común, sin embargo muchas veces este afán de salir de lo común recae en lo “poco agradable” y aunque artístico luce poco estético.
Hoy quiero mostrarte solo un ejemplo de uno de esos “errores” de ingenio que el mercado nos ofrece, se trata de una serie de curitas diseñadas por Sherwood Forlee quien las ha denominado “boo-boos”. Las curistas tienen impresos unos diseños hiperrealistas pero poco agradables, son heridas que hacen lucir a cualquier herida, sin duda alguna, peor de lo que realmente es.
La inspiración para dar ida a esta particular propuesta de curitas surge a raíz de un accidente del diseñador que pensó en darle un toque más divertido al parche de protección que le pusieron en las heridas ocasionadas por el accidente que sufrió.
En la actualidad la serie de curitas con diseño está en busca de subvención para poder masificar su producción que sin duda llama la atención pero que particularmente no me atrevería a usar.
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