Para pintar una puerta no es necesario desmontarla, sobre todo si queremos pintarla de ambos lados. Lo único necesario será dejarla entreabierta y firma para que no se dañe la pintura mientras trabajamos. Evita así mismo cualquier corriente de aire que pueda llevar polvo o suciedad que terminará por pegarse en la puerta.
Empieza por desmontar o cubrir las perillas de la puerta y todos los sectores que no quieres pintar.
Si la puerta que tienes es plana, no será mayor problema pintarla, solo marca virtualmente secciones de aproximadamente 40 cm. x 40 cm. y ve pintándolas hasta llegar al final, deja los bordes para pintarlos después con una brocha más pequeña. Deja secar muy bien la primera capa de pintura, lija si es necesario y vuelve a aplicar una segunda capa.
Si la puerta que vas a pintar tiene molduras empieza pintando los sectores más grandes, y al final, con una brocha más pequeña pinta las molduras cuidando no cargar mucho la brocha para evitar que la pintura se acumule. Si quieres pintar las molduras de un color diferente, cubre la zona y pinta primero los paneles, déjalos secar muy bien y pinta después las molduras.
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